Cómo integrar la Responsabilidad Social Corporativa en la estrategia empresarial

Debido a los cambios constantes que estamos viviendo y a los desafíos a los que nos enfrentamos, las empresas están poniendo más atención a sus estrategias de Responsabilidad Social Corporativa (RSC), que en muchas ocasiones van de la mano de cuestiones como la inclusión, la innovación social, la sostenibilidad y maneras en las que se puede generar impacto en y desde la organización. Los beneficios que supone la creación de planes de RSC en las empresas (PYMES, empresas familiares, grandes corporaciones y cualquier tipo de negocio) superan con mucho sus inconvenientes. El empresario con visión de futuro sabe que tomar medidas al respecto supone una inversión en el negocio. 
 
¿Cómo beneficia la Responsabilidad Social Corporativa a mi empresa? Adoptar una cultura de RSC en tu organización tiene numerosas ventajas, a nivel interno y externo: mejora la reputación empresarial y aporta valor diferencial. Fideliza a los clientes y aumenta la posibilidad de captar otros nuevos. 
 
Te detallamos esas ventajas y te ayudamos a conseguir implementarlas en tu estrategia. 
 
#1 Mejora la reputación. En un escenario en el que se percibe un declive de la confianza en las organizaciones, las empresas tienen la oportunidad de implementar estrategias de responsabilidad social corporativa que demuestren su compromiso con la sociedad. 
 
#2 Potencia los valores de la empresa, especialmente la coherencia y credibilidad. Puede que creas que el simple hecho de decirlo es suficiente, pero no es así. Tendrás que demostrarlo. Ahora la gente tiene acceso a más información, y si lo que las empresas dicen no es coherente con lo que hacen, perderán la credibilidad. Y para recuperarla, no es nada fácil. 
 
#3 Fideliza a los clientes. Si somos capaces de alinear los valores de la empresa con los de nuestros clientes, la química entre ambas partes está asegurada. Es el denominado valor compartido que refuerza la fidelidad de los clientes e identifica mejor el propósito de la empresa. Si tu empresa también apuesta por el crecimiento y buen clima laboral de sus empleados, por impactar positivamente a la sociedad y por cuidar y respetar el medioambiente, los consumidores la valorarán mucho más y serán más fieles a ella. 
 
#4 Sostenibilidad desde el ejemplo. Acciones tan simples como no utilizar el aire acondicionado cuando no se necesite, o no imprimir documentos a menos que sea necesario, o apagar los dispositivos que no se estén usando, entre otras cosas, disminuyen considerablemente los gastos y además estarás reduciendo el impacto negativo de tus operaciones. Ir un paso más allá es sencillo, como incentivar a las personas a que vayan al trabajo en bicicleta, caminando o en transporte público. Se trata de analizar y modificar las decisiones cotidianas. 
 
#5 Más acceso a la financiación incentivando la captación de recursos. Las prácticas socialmente responsables disminuyen las contingencias de la empresa y permiten su control, reduciendo cualquier posible riesgo. Con ello, ofrecen un valor añadido que incrementa el valor de sus acciones y refuerza la confianza de inversores potenciales. 
 
#6 Aumenta la captación y retención de talento. Cuando las personas disfrutan y valoran el trabajo que están haciendo, su desempeño y fidelidad a la empresa aumenta considerablemente. A la sociedad de hoy le agrada formar parte de organizaciones que respetan al mundo, y además, inviertan capital y tiempo para seguir capacitando a sus miembros. 
 
#7 Mejora el clima laboral. Cuando las empresas tienen una cultura de Responsabilidad Social Corporativa, pueden promover fácilmente el voluntariado entre sus empleados y alentarlos a colaborar con organizaciones sin fines de lucro. El altruismo es un intangible que toda empresa debería potenciar. Mejorando la motivación, las habilidades y la autoestima de las personas, fomentamos el orgullo de formar parte de la empresa y reforzamos su implicación y compromiso con la organización. 
 
Seguro que te estás preguntando qué tipo de acciones pueden hacer las empresas dentro de sus planes de RSC. Aquí tienes unos cuantos ejemplos: 
 
1.       Apoyar la participación de los empleados en causas sociales. 
 
2.       Hacer un uso responsable de la energía, por ejemplo, mediante la promoción del uso de energías renovables, como la solar. 
 
3.       Colaborar con ONG’s locales para contribuir a la sostenibilidad, recaudando fondos para causas solidarias. 
 
4.       Impulsar y apoyar el reciclaje, tanto en lo que son las actividades de la empresa como concienciando a los trabajadores. 
 
5.       Organizar eventos, actos o carreras solidarias para recaudar fondos destinados a una cusa social que impacte en mi localidad. 
 
6.       Garantizar la igualdad de oportunidades en la empresa. 
 
7.       Implantar medidas de conciliación de la vida profesional y familiar. 
 
8.      Alinear a mis proveedores con un sistema de buenas prácticas que garantice la sostenibilidad de mi cadena productiva o de servicios. 
 
9. Aplicar principios y políticas de transparencia con mis clientes.  
 
Las empresas que son conscientes de los principios de RSC tienden a generar palancas que verdaderamente transforman la sociedad. Los planes de RSC tienen tanta trascendencia como el negocio en sí, y dan muestra de esos valores que todos buscamos como ciudadanos y consumidores preocupándonos por el medio ambiente y el impacto social. 
 
Desde DA Advisers te ayudamos a implementar tus estrategias de RSC y generar valor compartido con tus stakeholders, potenciando innumerables ventajas como las que acabamos de describirte. Ser una empresa socialmente responsable añade valor y diferenciación a tu marca y a tu organización.  
 
No lo dudes, los hechos marcan la diferencia.  
 
 
Rafael Soler 
 
Consultor de empresas socialmente responsables. 

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